Perinatal y neonatal. Un duelo complicado.
Duelo perinatal o neonatal ¿De qué hablamos?
Duelo perinatal o neonatal. Como podréis intuir por los nombres estamos hablando acerca del nacimiento de un bebé. En este artículo vamos a situar la muerte de este bebé desde el momento de la concepción hasta el primer año de vida del bebé.
Cuando nos referimos a muerte perinatal estamos hablando de la muerte que se produce en algún momento anterior al parto o durante este.Según la Organización Mundial de la Salud podemos hablar de muerte perinatal en aquellos casos en que el suceso se produzca entre la semana veintidós de gestación y los primeros siete días de vida del bebé.
Sin embargo cuando hablamos de la muerte neonatal el nacimiento ya se ha producido hace más tiempo.. En este caso un bebé puede tener muy poco de tiempo de vida o llegar incluso al año. En cualquier caso los efectos que produce este tipo de muerte y el duelo que sufren los progenitores (aunque también otros familiares o amigos) es muy similar.
Duelo perinatal o neonatal. Estadísticas.
Las estadísticas pueden ser frías y en casos como este hasta ofensivas. Pero en este artículo sobre la muerte perinatal y neonatal nos parece que debemos mencionarlas.
En una sociedad como la nuestra, me refiero a España, pero también a todo el mundo occidental donde gozamos de una sanidad de primer nivel este tipo de muertes cada día están más controladas. Existen contados casos donde se produzca la muerte perinatal o neonatal. Pero los datos a nivel mundial son escalofriantes.
Según la propia OMS durante el año 2009 (año en que los datos están totalmente comprobados) murieron en esta edad infantil dos millones seiscientos mil bebés. El dato en si ya es escalofriante, pero si nos damos cuenta de que eso supone ocho mil doscientas muertes diarias el dato ya es demoledor.
En Europa, Estados Unidos y otros lugares avanzados las familias tienen apoyo profesional en la mayoría de los casos. Pero como podemos comprender la mayoría de los casos se producen en el tercer mundo donde la ayuda no es la misma.
La pérdida del bebé.
Cuando en un hogar se espera la llegada de un nuevo miembro es motivo de alegría en todos los casos. Ya no solo los padres, sino hermanos mayores, abuelos y todo aquel cercano pasa por momentos de gozo y alegría.
Se prepara la habitación del niño, se pinta, se compran muebles. También la ropa, el carrito e infinidad de accesorios que actualmente existen.
Pero cuando por cualquier causa se produce la muerte perinatal o neonatal el shock es espectacular. Es un acontecimiento trágico para toda la familia y amigos. El duelo que sufre los progenitores varía según diferentes factores. Influye si es o no el primer hijo, la edad de ambos (sobretodo de la madre que es quien concibe), si a pesar de la muerte hubo de producirse el parto o no, y otros factores individuales de cada situación.
De todas maneras el proceso es muy similar en todos los casos y vamos a verlo.
¿Cómo se recibe la noticia?
A veces el hecho de que a pesar de la muerte tenga que producirse el parto puede llegar a ser beneficioso en la muerte perinatal aunque parezca contradictorio. El hecho de que la madre pueda completar todo el proceso y ver a su hijo le da cierta sensación de control y de que ha hecho lo que ha debido.
El duelo neonatal es diferente. Los padres pueden recibir la noticia mientras el bebé está aún vivo pero saben que le queda poco tiempo de vida.
En estos primeros momentos lo importante es que se despidan de la manera adecuada. No se debe someter a los progenitores a ningún tipo de presión o prisa. Démosles tiempo y dejemos que realicen las actividades que crean oportunas. En algunos casos por ejemplo desean darle un baño a modo de despedida antes de decirle adiós definitivamente.
El duelo de los adultos y el de los niños es diferente. No debemos pensar solo en los padres sino también en los hermanos que hubiera tenido el niño o niña. A veces ellos mismos desean también participar en las actividades que los padres planeen ¿Porque no? es también un derecho que han adquirido. A los más pequeños es importante darles todas las explicaciones posibles y que entiendan porque no vendrá a casa ese hermanito o hermanita que esperaban sin ocultarles nada.
Consecuencias del duelo perinatal y neonatal.
Las complicaciones en este tipo de duelos están ampliamente estudiadas. Más o menos entre un diez y un cuarenta y ocho por ciento de los afectados sufrirá síndromes depresivos. También es bastante posible que sufran ansiedad ante la posibilidad de un nuevo embarazo.
Por último existe la posibilidad de que sufran estrés postraumático. El período en el que más evidente se hará es durante el mes posterior al acontecimiento donde alcanzará niveles del veinticinco por ciento. Posteriormente se irá reduciendo hasta niveles de alrededor del siete por ciento al llegar al cuarto mes.
Fases del duelo perinatal y neonatal.
Aunque ya vimos las fases del duelo y en este caso son parecidas no son exactamente iguales y vamos a verlas un poco.
Primera fase: negación.
Muy común en todos los duelos en esta fase del duelo el sujeto que lo sufre no puede creer lo que le está pasando. Este período es normal y se entiende como un mecanismo de defensa de la mente del ser humano ante un golpe tan tremendo.
Segunda fase: ira.
La pueden sufrir ambos padres, aunque es más evidente en las madres. Su ira durante el duelo perinatal o neonatal puede tener varios objetivos. Pueden ser los propios progenitores por su comportamiento durante el embarazo, los médicos por su actuación en algún momento o incluso el dios correspondiente según su religión. En casos extremos puede incluso que sean expresados en forma de celos contra otras parejas que si han logrado tener un bebé.
Tercera fase: negociación.
La ira cede y pasamos a una fase nueva del duelo perinatal o neonatal. Intentan de alguna manera seguir adelante. Algunos lo hacen a través de la fe o la religión, otros con el apoyo en familiares o amigos.
Es una etapa corta que deja rápidamente paso a la siguiente fase.
Cuarta fase: depresión.
La tristeza y el desengaño invaden al los que sufren el duelo perinatal o neonatal. Piensan en como sería la vida si hubiera nacido el bebé, de los proyectos perdidos e ideas similares.
Físicamente es la etapa que más afecta al cuerpo de los padres o familiares. Principalmente a través de trastornos en el sueño y en el apetito, aunque cada uno puede vivirlo a su manera.
Quinta fase: aceptación.
Como en cualquier tipo de duelo la fase final es la aceptación del hecho. Volvemos poco a poco a la rutina cotidiana y a seguir con nuestra vida.
Con el tiempo, y si es posible, se vuelve a plantear la idea de volver a quedar embarazada para traer otro niño o niña a la familia. La vida sigue y una vez que lo situamos todo en nuestra mente podremos seguir hacia adelante.
Como podemos ayudar en el caso del duelo perinatal o neonatal.
Como siempre decimos en floresparafunerales debemos huir de las frases hechas. «Eres muy joven y pronto tendrás otro» y frases similares no ayudan, sino todo lo contrario pueden profundizar el dolor de padres y hermanos.
El apoyo no tiene porque ser activo, puede ser también pasivo. Queremos decir que nuestra misión es hacerles saber a los padres que cuando necesiten hablar o expresar sus sentimientos allí estaremos. En ocasiones no es necesario que se lo expresemos, ellos mismo se soltarán y comenzarán a decirnos lo que necesiten. Pero debemos estar cerca y esperar.
No tengamos ningún reparo a hablar del tema. En ocasiones pensamos que hablar de ello aumentará el dolor. Nada más lejos de la realidad, hablar libera de una manera evidente.
Asociaciones de apoyo en el duelo perinatal y neonatal.
No nos gustaría acabar este artículo sin mencionar una asociación que ayuda en casos como el que hoy nos ocupa.
Para nosotros mención especial merece la asociación unamanita. En ella los padres o en general los afectados por este tipo de duelos cuentan con múltiples recursos y testimonios. Seguro les ayudarán a superar unos momentos tan duros.
Existen otras como petits amb llum que con sede en Cataluña también puede ser usada por castellano parlantes porque usa ambos idiomas.
Nosotros las recomendamos. Seguro que el conocer otros casos y como lo han superado acelera el proceso de duelo y lo lleva a un destino correcto.