Modelo para explicar el duelo ¿Hay solo uno?
¿Módelo para explicar el duelo?
Hay un modelo, de hecho varios, en los que los expertos se basan para explicar el duelo. En nuestro blog de flores para funerales sabéis muchos de vosotros que hemos enfocado el duelo desde perspectivas muy diferentes. Desde las fases de un duelo que podríamos calificar como normal pasando por las características de las diferentes edades en que sufrimos el duelo. Desde niños, adolescentes, adultos y ancianos. Incluso hemos hablado del duelo complicado. De los diferentes síndromes que pueden sufrir nuestros seres queridos debido a circunstancias especiales, cada caso es diferente.
En todos estos artículos hemos tratado de forma sucinta diversos síntomas o teorías que sufrimos y existen sobre estos efectos que sufrimos a nivel mental y físico. Hoy vamos a tratarlos de una forma más profunda para conocerlos mejor.
¿De donde surgen los modelos que dan pie a las teorías actuales?
La ciencia cada día avanza más en todos los campos. Los estudios sobre el duelo en los seres humanos, sus características y efectos son cada día más elaborados y reales.
Pero todos estos estudios se basan en una serie de premisas que desde el primer estudio a realizar hacen que nuestro estudio siga un camino u otro. Veamos cuales son.
¿Es el duelo una enfermedad?
El primer modelo que vamos a observar surge a lo largo del siglo XX como la mayoría de las teorías psicológicas.
Este modelo postula establece una relación entre el duelo y una herida física. Según los seguidores de esta teoría el proceso de duelo y el de una quemadura, o un corte o cualquier otra herida física es el mismo.
La primera persona que nos habló de este modelo fue Erich Lindemann allá por el año 1944. Su estudio se basó en datos que obtuvo del estudio del comportamiento de diversos individuos.
Lindemann cotejando datos de las diferentes personas llegó a la conclusión de que la gente reaccionaba de manera muy similar ante ambos»estímulos».
Sus estudios fueron perfeccionados veinte años después por George Engel. Este inglés que se dedicaba al campo de la psiquiatría realizó estudios más amplios siguiendo las directrices de Lindemann.
Básicamente su conclusión final es que, al igual que pasa con cualquier herida, unos individuos curan su duelo completamente, otros quedarán con alguna suave secuela y un tercer grupo de personas permanecerán incurables para el resto de sus días.
Biológico. Otro modelo para estudiar el duelo.
Este modelo, salvando las distancias, es algo similar a la teoría de la evolución de Darwin. Que queremos decir. Nuestro cuerpo sufre un estímulo, en este caso la muerte de un ser querido, que le obliga a reaccionar de diversas maneras para adaptarse a la nueva situación y sobrevivir.
Este modelo está basado en las llamadas teorías del estrés que también se conocen como teorías evolucionistas.
Se llama teoría del estrés porque para los científicos que lo han estudiado es el estrés lo que provoca la evolución. Para los seguidores de este modelo este estrés no solo depende de la situación real que viven. Tan importante como la pérdida es lo que el individuo percibe. Las personas pueden aumentar o disminuir su estrés según la relación que tuvieran con el fallecido y otros factores que su mente fabrique.
Este modelo sugiere que una vez recibidos los estímulos hay dos reacciones simultaneas a nivel biológico.
En primer lugar la ansiedad. Sus manifestaciones más evidentes son intranquilidad psicomotriz y rabia incontenible.
Al mismo tiempo se entra en un estado de depresión. La máxima expresión seria un estado general de apatía, concentración deficiente y finalmente aislamiento a nivel social.
Depende del individuo para que domine una u otra.
Freud y el modelo psicodinámico.
El siguiente modelo que os vamos a mostrar fue planteado por el archiconocido Sigmund Freud. Aunque en parte ha sido rebatido por estudios posteriores muchos de sus preceptos aún tienen vigencia hoy en día.
Freud defendía que las consecuencias de la muerte cercana y por tanto del proceso de duelo dependían exclusivamente de la percepción que el doliente tuviera de la situación.
Para el maestro Freud la principal característica del duelo era que aquel que había perdido a alguien perdía, sobretodo en los primeros momentos, todo interés por lo que sucedía a su alrededor y por el mundo exterior en general.
En cierto sentido es como si al principio todos tuviéramos un síndrome de ambivalencia. Decimos esto porque según Freud para la persona en duelo el hecho de iniciar una nueva vida sin el ser que ha perdido era como una «traición».
Según su pensamiento el duelo no tenia más misión que sustituir un objeto amoroso, como el lo llamaba, por otro que nos permita reorganizar nuestra vida y seguir adelante de nuevo.
El modelo cognitivo.
Los seguidores del modelo cognitivo dicen lo siguiente. Cada persona tienen una forma personal de entender el funcionamiento del mundo, de todo lo que ocurre a su alrededor.
Además en el día a día ellos ven que lo que ellos piensan es corroborado por la realidad ¿Que ocurre si algo tan importante de un ser querido desaparece de esta estructura? Sucede como en un castillo de naipes, todo se derrumba.
Los que lo superan lo hacen variando algunos conceptos de esta teoría que cada uno se supone que tenemos o sustituyendo al ser que hemos perdido por otra persona.
Crisis vital como modelo de duelo.
La vida de cualquier persona está basada en una serie de estímulos o factores que provienen de todo aquello que nos rodea a nivel social y cultural. Nos formamos a partir de la interacción que personalmente llevamos a cabo con personas significativas del grupo que nos rodea.
Todo está perfectamente engrasado, pero la pérdida de una persona que es parte de ese grupo cambia las reglas.
Otro factor muy importante para entender este modelo es la cultura en la que nos desarrollamos. Además del grupo al que pertenecemos a nivel personal la civilización en la que nacemos y nos desarrollamos nos da unos mecanismos que nos permiten reaccionar de una manera u otra a una pérdida.
G. Caplan es el máximo exponente de este modelo. Defiende que si no se sale adecuadamente con los mecanismos sociales y culturales que tenemos del duelo es cuando se puede llegar a la enfermedad mental o diferentes síndromes.
El modelo existencialista.
Este modelo entiende que todos los anteriores que hemos comentado están incompletos. Para ello defiende que las explicaciones sociales y culturales no son suficientes. Por otro lado también dice que el enfrentamiento con la muerte es diario y no solo se lleva a cabo ante la muerte de alguien cercano a nosotros.
El hombre desde la antigüedad tiene la certeza de que va a morir. Este hecho provoca un cierto estado de ansiedad desde que las personas somos plenamente conscientes de ello.
Este modelo no trata solo sobre la muerte sino sobre la existencia del ser humano en general. Para ellos hay cuatro conflictos básicos en la existencia que son:
- El mito de la inmortalidad. Sabemos que vamos a morir.
- El mito de la libertad. Poder y saber decidir libremente.
- El mito de la compañía. El miedo a estar solo.
- El mito del significado. Necesitamos saber que nuestra vida tiene un fin.
Estos cuatro mitos conllevan un estado de ansiedad continuo que debemos aprender a dominar y entender.
El principio de las teorías del duelo.
Estos modelos son los que usan nuestros psicólogos para establecer teorías más elaboradas. Con ello intentan ayudarnos a superar el proceso de duelo. Creo que para los profanos en la materia es aclaratorio entender cuales son las premisas en las que se basan.