Faraones. El entierro de un Dios.
Faraones. Los reyes de Egipto.
Los faraones no eran sólo los máximos mandatarios del antiguo Egipto, eran mucho más que eso.
Desde el primero que fue Menes, que gobernó alrededor del año tres mil cien Antes de Cristo, hasta Cleopatra VII que fue la última y gobernó entre los años cuarenta y nueve al treinta y uno Antes de Cristo todos eran vistos por su pueblo de otra manera.
Como decimos eran la máxima autoridad en el Antiguo Egipto, pero los faraones eran líderes en su religión, un Dios para los miembros de su pueblo.
Como tal Dios se le rendía culto, se le rezaba y se construían estatuas con su figura.
El Imperio egipcio de los faraones fue muy largo en la historia de la humanidad y por ello no siempre se consideró igual a los faraones, pero básicamente eran una especie de intermediario entre humanos y dioses. Se consideraba que el origen de su poder era divino y de ahí el respeto que se le profesaba.
Las creencias religiosas en el antiguo Egipto.
Más allá de los entierros de los faraones para todos los egipcios, como en cualquier cultura occidental, profesaban una religión igual para todos.
Para un egipcio la muerte no era el final de su existencia. Creían en la vida después de la muerte, en la reencarnación. Para un egipcio la conservación en las mejores condiciones de su cuerpo era vital para poder iniciar de la mejor manera posible esta segunda vida.
Por esa razón todo aquel que podía convertía su cadáver en una momia y lo guardaba en los conocidos sarcófagos egipcios.
No todos podían hacerlo claro. Así los más pobres optaban en muchos casos por enterrar a sus muertos en la arena del desierto a poca profundidad ¿Que conseguían con esto? Debido a las condiciones de temperatura y humedad de la zona donde se situaba el Egipto de los faraones el cuerpo humano sufría un proceso parecido a la momificación que lo conservaba mejor que en una ataúd tradicional.
En el antiguo Egipto no existían los cementerios como los conocemos hoy en día. Así se podía enterrar un cadáver en múltiples lugares. Los más pobres habitualmente en fosas comunes.
La momificación.
La momificación es un proceso que se inició en Egipto en el Antiguo Imperio pero cuyos mejores resultados, debido a los avances obtenidos debido a su uso, se dió en el Nuevo Imperio.
Cuanto más poderoso era el fallecido más riquezas tenía. Por tanto más se podía gastar en su momificación y mejores eran los resultados. Esto sucede en todas las sociedades. Ya no hablamos de momificación, sino de ataúdes, lápidas, mausoleos, etc.
¿Pero que es la momificación? Pués la momificación no es más que un proceso al que se somete al cadáver con la finalidad de que se conserve a lo largo de los años lo mejor posible.
La momificación de los faraones.
Ahora vamos a explicar un procedimiento tipo en la momificación de los cuerpos de los faraones. Como ya hemos dicho no todo el mundo podía costear ese proceso y desde luego nadie podía aspirar a una momificación como la de un faraón.
También hay que tener en cuenta que a lo largo de la historia el proceso no fue siempre igual como es normal.
Limpieza del cuerpo de los faraones.
Cuando un faraón moría el proceso que se debía seguir estaba claramente estipulado.
El cuerpo era colocado sobre una especie de tabla donde se llevaría a cabo todo el proceso de momificación.
Los sacerdotes de Anubis eran los encargados de llevarlo a cabo. Eran estos sacerdotes porque este Dios egipcio era el que se relacionaba con la muerte. De hecho era el guardián de la necrópolis y el relacionado con la momificación.
Lo primero que hacía el sacerdote de Anubis era practicar un corte sobre el abdomen. Este corte debía realizarse con una máscara de Anubis colocada sobre el rostro.
Antes de realizar cualquier otra acción sobre los cuerpos de los faraones se procedía a un concienzudo lavado. Para ello se utilizaba vino de palma. Se lavaba el cuerpo tanto por fuera como por dentro. Cualquier resto que no sufriera este proceso podía producir la putrefacción y no se podría pasar a la siguiente vida.
Vaciamos el cuerpo de los faraones.
Posteriormente se extraían del cuerpo el estómago, los intestinos el hígado y los pulmones, en definitiva todos los órganos internos del cuerpo. Una verdadera ciencia era la momificación.
Todos estos órganos se colocaban en los llamados vasos canopos y su momificación se hacía por separado del resto del cuerpo.
El proceso que seguía el cerebro era un poco más complicado. Como la cabeza había que conservarla intacta solo había una forma de extraer el cerebro.
Para los que no lo sepan el cerebro y la nariz solo están separados por un delgado hueso. Los sacerdotes rompían ese hueso a los faraones e introducían por la nariz una vara en forma de garfio.
Esta vara era agitada de forma enérgica y constante dentro de la cavidad craneal hasta que el cerebro no era más que una masa líquida. En ese momento se podía sacar a través de la nariz.
Para finalizar el proceso se limpiaba también la cavidad craneal concienzudamente. En este caso se usaba lino y posteriormente lo cubrían con cera caliente. Este último proceso conseguía sellarla nuevamente.
Segunda fase de la momificación.
Ya tenían el cuerpo limpio por dentro y por fuera. En ese momento se procedía a sumergir el cuerpo en una sustancia llamada natrón. Esta parte del proceso podría durar entre cuarenta y setenta días según al investigador al que hagamos caso.
La finalidad de este paso era la deshidratación total del cuerpo. Era el fin para las bacterias, y como consecuencia era el fin para la posible putrefacción del cadáver.
Envolvamos el cuerpo.
Una vez limpio y deshidratado el proceso vamos a por la fase final.
El cuerpo es envuelto con tiras de lino completamente. Estas tiras se pegaban al cuerpo con algún tipo de «pegamento». Lo habitual era el uso de resina o en su defecto brea.
Entre las tiras de lino se colocaban algunos amuletos u objetos mágicos para ayudar al muerto en su tránsito a la nueva vida.
Ya se podía entregar al cuerpo para enterrarlo en la tumba que se hubiera erigido en su honor.
El rito funerario de los faraones.
Ritos funerarios hay muchos y aquí os hemos explicado algunos aquí. En tantos siglos de historia el proceso no ha sido siempre el mismo. Vamos a explicar algunos detalles para daros una idea de como eran.
Básicamente había que realizar una serie de hechizos para que el paso a la segunda vida fuera correcto y rápido. Uno de ellos era el de la apertura de la boca. Con este ritual se creía que la momia podría hablar, respirar y realizar otras acciones vitales en la otra vida.
También se realizaban otros rituales para otras partes del cuerpo. También se solía colocar a su lado un libro de hechizos por si había alguno que no se realizaba correctamente y se podía corregir.
Enterramiento de los faraones.
Ya está el proceso finalizado. Ahora solo queda el entierro. No todos los faraones se enterraban en las conocidas pirámides, solo los más poderosos.
Los más antiguos se enterraban en unas tumbas llamadas mastabas. Se trata de una edificación con unas paredes inclinadas cuyo interior albergaba una cámara subterránea que era donde se encontraban los cadáveres de los faraones.
Posteriormente se encontraban las conocidisimas pirámides de las que ya hablaremos más adelante.
También existían los llamados hipogeos. Estas tumbas estaban excavadas en el interior de una montaña. Como no eran más que una cueva cuando se cerraban se intentaba disimular que allí había una tumba de la mejor manera posible.
Y ya os hemos explicado básicamente como era el entierro de los faraones. Espero que os ayude a conocer un poco más su civilización.