Entierro ¿Sabemos cómo organizarlo?

¿Cómo organizo un entierro?

En el artículo dedicado a que hacer en los primeros momentos tras la muerte intentamos encauzar a cualquier persona que se encuentre en la situación de ser el responsable de reaccionar en los primeros momentos tras la muerte de un ser querido. En este artículo pretendemos profundizar un poco más en ello. Veremos cuales son las opciones que se pueden tomar en algunas decisiones importantes en ese momento. Vamos a mencionar detalles en el caso de que el difunto no tuviera un seguro de decesos. Pero muchas de las opciones que existen se deben elegir también en el caso de que lo tuviera. Al fin y al cabo el seguro tiene un presupuesto y dentro de ese presupuesto existen múltiples posibilidades que debemos escoger para el entierro.

Reunir a las personas que deben tomar las decisiones.

Es posible que si la muerte ya era esperada, por ejemplo si el fallecido llevará largo tiempo en el hospital, la familia este al tanto y esperando el temido desenlace. En ese caso se encontraran cerca en esos momentos y se pueden tomar decisiones inmediatamente. Pero en el caso de que la muerte sea súbita, como en el caso de un accidente de tráfico, antes de tomar cualquier decisión es muy importante reunir a la familia. Al menos hay que ponerse en contacto con aquellas personas más allegadas que pueden influir en la toma decisiones en el entierro ya sean padres, hermanos, hijos, tutores, etc.

Una vez reunidos o informados lo primero que debemos escoger es el tanatorio en el que vayamos a realizar el velatorio y  cementerio para el posterior entierro. Eso lo debemos hacer en el caso de que no exista un seguro para cubrir todo el fallecimiento. Como ya hemos explicado en otro artículo cualquier pueblo de España que tenga 5000 habitantes tiene un tanatorio. Es cierto que cuanto menor sea el municipio, menos son los servicios que nos puede ofrecer, pero es fácil que nos ofrezcan múltiples opciones que elegir.

Obtención del certificado médico de defunción.

Lo único que tenemos que tener en cuenta en este primer momento es que debemos acudir para solicitar los servicios de la funeraria con el certificado médico que acredite la defunción para que ellos puedan iniciar todos los trámites del entierro. Este certificado se tramita en el mismo hospital en que ocurre el fallecimiento si es el caso. El médico de cabecera del difunto también puede proporcionarnoslo si el deceso ocurriera en nuestro domicilio por ejemplo. Si ninguno de los anteriores es el caso también puede ser expedido por cualquier facultativo que pueda certificar la muerte.

Registro Civil: inscripción

Otro de los trámites necesarios antes de poder proceder a la incineración o entierro del cuerpo es la inscripción en el registro. Dicha inscripción debe realizarse antes de las veinticuatro horas posteriores al fallecimiento y es imprescindible para que nos proporcionen la licencia para el entierro. Sin este registro no se puede llevar a cabo ninguna de las gestiones necesarias para que nuestro ser querido pueda ser despedido.

¿Que contratamos con la funeraria?

A parte de realizar estos trámites administrativos imprescindibles debemos tomar una serie de decisiones durante el proceso. Lo habitual es que en el mismo tanatorio o en las oficinas de la funeraria a la que acudamos nos indiquen cuales son servicios que queremos contratar. Lo más importante es:

1.Entierro o cremación. Algunas funerarias disponen de crematorio propio y otras no. Pero el tiempo de espera en ambos casos hasta poder recibir las cenizas de nuestro ser querido son similares.
2. En ambos caso debemos optar por el tipo de sepultura. Si disponemos de nicho nos indicarán cuales son los trámites necesarios para poder realizarla. Si la elección es la incineración debemos optar por llevárnoslas o elegir la opción de esparcirlas. También existen cementerios y tanatorios que cuentan con nichos para colocar las urnas igual que en cualquier entierro.
3. Planificar todos los detalles:

  • En este apartado debemos incluir la hora del funeral, lugares en que deseemos que se realicen las diferentes etapas del velatorio y funeral, y si serán religiosas o laicas.
  • Ataúdes o urnas que deseamos para el entierro. En ambos casos existen múltiples variedades y precios y calidades.
  • Coronas o arreglos flores que deseamos tanto en el velatorio como en el entierro.
  • Esquelas, libro de firmas y recordatorios. En algunos casos además de las tradicionales impresas existe  la opción digital.
  • Traslados y vehículos de acompañamiento. Desde el traslado al tanatorios hasta el posterior a las ceremonias o cementerio elegido para el entierro. También existe la posibilidad de que se quiera que el cuerpo repose en el extranjero. Esto exige más gestiones pero es igualmente posible.
  • Elección de lápidas e inscripción para el nicho o lugar en que reposen los restos.

Informar a las personas que deseemos en el entierro

A partir de este momento en que ya tenemos todos los detalles concretados es cuando ya nos podemos poner en contacto con todas aquellas que consideramos que deben estar informadas de la situación. Porque así podemos comunicarles tanto el fallecimiento como el lugar y hora del velatorio, ceremonia y cementerio del entierro. Hasta este momento solo estábamos al tanto los familiares más cercanos al fallecido. En este momento lo hacemos totalmente público a cualquier persona que pudiera querer acudir.

Como se suceden los acontecimientos desde una vez contratados los servicios.

Si se deseara donar órganos del fallecido, ahora es el momento porque una vez en el tanatorio ya no se puede realizar. En este momento la funeraria se traslada al lugar que indiquemos para proceder al traslado al tanatorio o domicilio si así lo deseamos. Hoy en día es mucho más habitual utilizar los servicios del tanatorio por comodidad y salubridad.
En el tanatorio se procede al acondicionamiento del cuerpo para su exposición el túmulo si así lo decidimos. Una vez realizado se procede a dicha exposición en una de las salas del propio tanatorio. Tras el velatorio se procede a la celebración de la ceremonia. Dicha ceremonia, previamente contratada, se realizará en el propio edificio o en la parroquia donde decidamos.
Tras la ceremonia se procede al entierro o incineración del cuerpo del difunto. Los servicios que contratamos y que ya serán realizados posteriormente son la grabación y colocación de lápida que será definitiva y algunos trámites administrativos. En las funerarias nos ayudarán en todos los procesos y procedimientos necesarios. En algunas de ellas disponen incluso de los profesionales necesarios para los trámites de herencia.
Espero que este artículo os haya sido de utilidad y aclare las dudas que pudieseis tener.

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