Rito Católico. El rito funerario más común en España
Ser católico es ser un tipo de cristiano
El mundo cristiano tiene diferentes versiones. Todos conocemos las creencias cristianas protestantes o las ortodoxas. Pero sin duda la más popular y extendida a lo largo de todo el mundo es la católica con el Papa de Roma a la cabeza. En este artículo vamos a intentar concretar el rito funerario católico.
Constantes en todo el mundo católico
El mundo católico se encuentra repartido por todo el planeta. Es comprensible que debido a esta gran extensión existe en multitud de culturas diferentes. Así no es lo mismo la despedida de un ser querido que se hace en una ciudad europea que la de un afroamericano. Y estas son diferentes de las que se realizan en un recóndito pueblo africano o en las comunidades católicas de La India por ejemplo. Pero todas ellas tienen una serie de características que se conservan sea cual sea el lugar en que se celebra el entierro de una persona. A estas características nos vamos a referir aquí con toda la cautela posible ante tan magno empeño.
Etapas del rito católico.
Existen tres etapas desde que se produce la muerte de un católico hasta que sus restos reposan ya eternamente. Estas tres etapas son las comunes en todo el mundo católico con diferentes versiones.
Consisten en primer lugar en el velatorio, posteriormente la misa y por último la inhumación o cremación. Vamos a pasar a explicarlas brevemente.
El velatorio
Una vez que se produce el fallecimiento el cuerpo del difunto debe ser preparado para este proceso. Durante largo tiempo el velatorio se producía en el domicilio del difunto, de su familia o allí donde decidieran los más allegados al fallecido. Lo normal era que el cuerpo del difunto se colocara en un ataúd en la habitación más amplia de la casa. Allí se mostraba al difunto lo mejor arreglado posible para poder darle un último adiós. La familia lo velaba durante el tiempo necesario y los conocidos y allegados acudían a dar el pésame. Era costumbre, como ya hemos visto en algún artículo, colocar flores e inciensos en la sala para combatir el posible mal olor.
En la actualidad, y si nos circunscribimos a España, estas costumbres han cambiado. Sigue existiendo la posibilidad de velar al cadáver en un domicilio y cualquier funeraria nos ayudará a realizarlo sin problema. Pero se ha convertido en habitual la existencia de tanatorios en la mayoría de municipios donde preparan el cadáver de la manera en que se desee. En la mayoría de ellos se muestra al difunto en la zona llamada túmulo. Se trata de una sala con las condiciones adecuadas de humedad y temperatura para la conservación del cadáver.
Está sala se puede ver desde una sala contigua donde se encuentra la familia y amigos preparada para la recepción del pésame. Este proceso dura aproximadamente 24 horas mínimo. Aquí se envían las flores y coronas para presentar respeto al fallecido y su familia.
La misa del difunto.
La segunda parte de este rito religioso católico es la misa del difunto. En el catolicismo esto se hace con el cuerpo presente. Durante siglos esta misa se había producido en la iglesia del municipio o la frecuentada por la familia del difunto. Actualmente existen capillas en los tanatorios que nos ofrecen las funerarias en el que se puede celebrar esta ceremonia.
La misa de un rito católico se divide en cinco partes. La recepción del cuerpo, la liturgia de la palabra, la liturgia de la Eucaristía, la última encomendación y el adiós final. Debido a que la cremación se ha extendido en los últimos tiempos también se puede celebrar en presencia de las cenizas y no del cuerpo presente.
Rito católico: la inhumación
La inhumación no es ni más ni menos que el entierro del cuerpo en un cementerio. En el ritual católico los más allegados a la familia acompañados del cura dan su último adiós al fallecido. Esto se produce antes de que el cuerpo sea enterrado en la tumba, nicho o mausoleo. A este momento puede acudir todo aquel que lo desee. Pero es habitual que acudan solo aquellos más cercanos al fallecido, ya sea por parentesco o amistad.
La cremación
Los más acérrimos defensores del catolicismo más integral no aprueban la cremación. Pero la deriva cultural occidental lo hace cada vez más habitual. Lo que si prefiere la iglesia católica es que la misa se celebre con el cuerpo aún presente para ser incinerado posteriormente.
Misas de recuerdo
La tradición católica contempla una misa de recuerdo el séptimo día después de la muerte. A esta misa pueden acudir todos aquellos que deseen presentar sus respetos. También pueden acudir aquellos que no pudieron acudir al funeral por cualquier circunstancia.
También se realiza una misa el trigésimo día después de la muerte. Esta misa tiene unas características similares a la anterior.
Por último es también habitual la celebración de una misa anual de recuerdo. Esta misa coincide con la fecha del fallecimiento y quiere dar a entender que sigue estando en nuestro recuerdo.