Cremación. Un proceso desconocido.
La cremación en la actualidad.
Os hemos hablado de la cremación en otro artículo de nuestro blog. La cremación es un tema que en la actualidad debemos conocer. Cada vez más personas deciden que prefieren despedirse de este mundo a través de una incineración que a través de la más habitual inhumación a lo largo del siglo XX.
¿Porque preferimos la cremación?
El meteórico ascenso de la incineración es algo que no hace mucho tiempo que sucede. Vamos a tomar como ejemplo España. España es un país que debido a nuestra tradición católica no ha optado históricamente por la cremación.
Los primeros crematorios que se construyen en España son de la década de los ochenta. En 1981 se inaugura el primero en Madrid. Posteriormente debemos trasladarnos a 1987 para que comience el funcionamiento de los crematorios de Barcelona, Sevilla y Zaragoza.
Desde esos inicios hemos llegado en la actualidad a ser el país europeo con mayor número de hornos para cremación. En la actualidad son 358 y el número no deja de crecer.
Vistas estas estadísticas vamos a dar por sentado que en 1981 el porcentaje de cremación era cero frente a un cien de inhumaciones tradicionales en los cementerios españoles. Hoy en día la cremación ronda el treinta y cinco por ciento del total de servicios funerarios.
El aumento ha sido continuo pero paulatino. Así en 2005 era el veinte por ciento y en 2010 el treinta. Y no dudéis que el número aumentará considerablemente en los próximos años.
Causas del aumento de la cremación.
Desde nuestro punto de vista existen dos razones principales para explicar este aumento de la cremación. Uno por comodidad y otro por economía.
Al despedirnos de nuestros seres queridos podemos elegir hoy muchas maneras. La habitual es el entierro en un nicho o panteón del cementerio. Allí podemos regresar cuando nos apetezca para recordarlos, colocar unas flores y quedar en paz con ellos.
Aunque en los columbarios (lugar donde se colocan las urnas con cenizas) de los cementerios el procedimiento es el mismo podemos querer despedirnos diferente. Muchas personas optan por llevarse las cenizas a casa o esparcirlas por algún lugar. Estos lugares pueden haber sido elegidos por el fallecido en sus últimas voluntades. Pero también pueden ser elegidos por nosotros porque nos evocan a esa persona.
Respecto a la razón económica es evidente. Al principio las incineraciones eran más caras que los enterramientos. Había pocos lugares donde hacerlo y la construcción de un horno crematorio era muy cara.
Hoy en día incinerar un cuerpo es mucho más barato que enterrarlo. La crisis ha hecho que se haya acelerado la opción de la cremación.
La cremación moderna.
La incineración de cuerpos humanos para despedirnos es tan antigua como el descubrimiento del fuego por parte de la humanidad. En este articulo de floresparafunerales nos centramos en el proceso de cremación moderno.
La vuelta de la cremación a la cultura occidental ya tiene algunos años de historia.
Se puede situar en 1873, cuando fue presentada en una exposición en Viena una cámara de cremación del profesor Brunetti. El que fuera presentada ya nos señala que se iniciaba cierto retorno a este método. De hecho existía en Gran Bretaña la Sociedad de Cremación Inglesa.
La construcción de crematorios de todas formas se inició en Gotha, ciudad alemana, y Woking en la mencionada Inglaterra en 1878. De todas maneras la primera cremación no tuvo lugar hasta ocho años después en el crematorio inglés.
A partir de ahí cada vez se han construido más hornos, mejores, más económicos y más eficaces hasta llegar a los que hay actualmente.
Características de un horno crematorio.
Un horno para llevar a cabo la cremación es aquel horno construido con la finalidad de convertir en cenizas los restos humanos que en el introduzcamos.
Un horno crematorio alcanza, según el modelo, temperaturas que pueden ir de los ochocientos a los casi mil grados centígrados. En realidad se trata de un horno industrial modificado para tal fin.
Los combustibles con los que funciona el horno pueden ser diversos. Los más habituales son los mismos que se usan en nuestros hogares, es decir, gasoil, gas propano o gas natural.
La retorta es la cámara del horno de cremación destinada al cuerpo. Se construye con ladrillos refractarios para aguantar las altas temperaturas y retener todo lo posible el calor.
¿Cual es el proceso de cremación de un cuerpo?
Operaciones previas en la cremación.
Una vez que en la funeraria o en el tanatorio se ha llevado a cabo la ceremonia en la que despedimos a nuestro ser querido el féretro es retirado y se comienza el proceso de cremación.
Lo primero que se hace es controlar que el cuerpo no lleve ningún tipo de objeto metálico. Está absolutamente prohibido incinerar un cuerpo con estos objetos. Estamos hablando de pulseras, medallas, relojes etc…
Si la persona había sido operada en vida a causa de alguna enfermedad y lleva algún aparato o prótesis metálica también debe ser retirada. Por ejemplo si nuestro ser querido portara un marcapasos debería ser retirado anteriormente.
La cremación.
A partir de ahí el cuerpo es introducido en la cámara del horno en la cual va a llevarse a cabo la cremación. En la mayoría de los crematorios si algún familiar o amigo desea presenciar este momento puede hacerlo. El máximo de personas que pueden asistir es de tres. En este momento si alguien desea abrir el ataúd para comprobar la identidad de la persona puede solicitarlo.
Posteriormente las personas son retiradas a un espacio con ventanas para poder ver la introducción de dicho ataúd en el horno.
Desde el momento de la introducción del cadáver en el horno hasta que el proceso se completa pueden pasar unas tres horas a tres horas y media. Todo el proceso es controlado por un ordenador supervisado por personal humano.
El ordenador se encarga de aumentar o disminuir la potencia de los quemadores teniendo en cuenta la temperatura en el interior del horno y otros factores incluidos en el programa que lo controla.
Recogida de las cenizas.
Aunque el cuerpo ya está incinerado en estos momentos aún no podemos recogerlos. Lo habitual es que nos citen algunos días después para recoger las cenizas ya introducidas en la urna que hayamos elegido.
Esta demora tiene una explicación sencilla y lógica. Como hemos mencionado más arriba la temperatura que alcanza el horno puede rondar los mil grados. Los restos mortales deben ser enfriados hasta llegar a la temperatura ambiente. En ese momento ya están listos para su recogida y ser llevados al lugar que se haya elegido.
Algunas preguntas sobre la cremación.
El hecho de que no se observe lo que sucede en el interior del horno ha llevado a que surjan una infinidad de leyendas sobre el tema. Queremos despejar algunas dudas al respecto.
¿Qué es lo que queda tras la cremación?
Tras la incineración todos los órganos blandos de nuestro cuerpo son literalmente vaporizados. Entre las cenizas puede que quede algún fragmento de hueso de mayor tamaño.
Estos fragmentos son tratados en una máquina llamada cremulador. En el cremulador son reducidos a cenizas que es lo que nos entregarán en la urna.
¿Que proceso sufre el cuerpo humano?
Hemos llegado a oír barbaridades como que el cuerpo se sienta en el interior del horno debido a que el calor afecta a las terminaciones nerviosas. Nada más lejos de la realidad.
Es cierto que el calor puede afectar en alguna fase del proceso a las partes blandas. Principalmente a los músculos. Pero lo máximo que pueden producir es el movimiento de algún dedo. Nada más.
¿Pueden mezclarse los restos de varios difuntos?
La respuesta es no. Los hornos para cremación están sometidos a unas normas muy estrictas. Esas normas exigen que en ellos no sea posible la introducción de dos cuerpos simultáneamente. De esa manera nos aseguramos de que las cenizas que entregamos son las del difunto y no otras.
Además durante todo el funeral desde el momento de la muerte el cuerpo es controlado en todo momento. Y por último ya hemos dicho que antes de introducir el cuerpo en el horno para la cremación podemos verlo en su ataúd.
¿Que hacemos con las cenizas?
Somos libres de hacer con los restos sometidos a cremación lo que deseemos. Lo más habitual es depositarlos en columbarios. Los columbarios son lugares construidos para que depositemos allí las urnas funerarias.
Pero como ya hemos dicho muchos prefieren llevarse los restos para colocarlos en otros lugares, esparcir las cenizas o simplemente tenerlas en casa.