Enterramientos humanos ¿Desde cuando?
Enterramientos en la historia
Enterramientos y hombres ¿Desde cuando el hombre como tal entierra a sus semejantes? Esta es una pregunta que los historiadores se hacen desde hace tiempo. Investigan para ello como para otros ámbitos de la vida humana.
Conocer a nuestros antepasados y sus costumbres nos ayuda a saber quienes somos como humanos. También nos explica de donde venimos y porque somos así ahora.
Si veis nuestro blog ya hemos hablado en otra ocasión de la prehistoria. La cueva de Shanidar es considerada el más antiguo de los enterramientos humanos. Al menos, hasta ahora, es el más antiguo que se ha encontrado como tal. Con más de 100000 años de antigüedad las interpretaciones sobre este cementerio antiguo son múltiples.
Enterramientos ¿Desde cuando?
Lo que es verdaderamente cierto es que a día de hoy no sabemos desde cuando el hombre entierra a sus seres queridos conscientemente. A lo largo de la historia el hombre a ido elaborando creencias diversas sobre la muerte y lo que sucede tras ella. Según la evolución cultural en unos lugares u otros se producían los enterramientos de diversas maneras. Los diferentes ritos y costumbres están cargadas de un claro simbolismo que a la vez nos ayuda a conocer como vivían.
Lo que es más probable es que el hombre se preocupe por sus muertos y su futuro desde que tiene conciencia de que es hombre. Hace miles de años el hombre descubrió el fuego, comenzó a usar un lenguaje más o menos articulado y empieza a fabricar rudimentarios utensilios. Es muy posible que cuando estos hechos se producen vengan acompañados de una conciencia de la muerte, de lo que puede significar la muerte propia o de un congénere.
Los primeros enterramientos
Pero de estos tiempos tan antiguos no tenemos verdaderas pruebas. Es más cerca nuestro cuando comenzamos a observar lo que realmente podemos llamar enterramientos. Más allá de la cueva de Shanidar con sus 100000 años de antigüedad es más cerca (relativamente) de nuestros días donde vemos los primeros. Hace entre 80000 y 40000 años tenemos algunas pruebas de ello. En esta época y por lo que se observa en los enterramientos la muerte se ve como una extensión de la vida.
Los antiguos creían que el difunto tenia las mismas necesidades que en vida. Este hecho se observa en los objetos que dejan con el fallecido. Podemos encontrar restos de caza, colmillos y huesos de animales y adornos.
En este período los entierros podían ser tanto colectivos como individuales, aunque los primeros eran los más habituales.
Los enterramientos hace 8000 años
En el Neolítico todo lo que rodea a los enterramientos evoluciona. Las sociedades humanas van tomando más conciencia de lo que son y esto hace que su vida y su muerte sean diferentes.
Un hecho curioso en esta época es que se imponen de manera clara las sepulturas colectivas sobre las individuales. Este tipo de ritual se inicia en el próximo oriente para irse extendiendo hacia Europa de manera paulatina. Los enterramientos se producen en cuevas habitualmente y en algunas de ellas hallamos más de 50 individuos. Este tipo de sepulturas las encontramos en por ejemplo en Biblos (cerca donde en la actualidad se encuentra Beirut), pero también en la Europa Central .
Otro detalle a tener en cuenta es que parece ser que el hombre toma cada vez mayor conciencia del más allá a su manera. Al igual que nosotros tenemos nuestras creencias religiosas ya seamos católicos, musulmanes, judío o hindúes, en la época neolítica en cada zona geográfica construían su imaginario funerario.
Este hecho se comprueba con la riqueza cada vez mayor de los ajuares funerarios. Se trata de que el difunto entre en el más allá de la mejor manera posible, así que colocamos en su tumba el mayor número posible de ofrendas. Entre las ofrendas encontramos vasos de cerámica y útiles de piedra. También adornos personales por supuesto mucho más elaborados que los dientes de animal. Por último se colocan diversos ídolos según la zona con cierto significado religioso.
Los enterramientos en la edad del cobre (hace 4000 años)
La evolución de la cultura funeraria prehistórica culmina con las grandes construcciones megalíticas. Todos hemos visto imágenes relacionadas con este tipo de enterramientos. Estas grandes construcciones como los megalitos, los dólmenes , los túmulos o las alineaciones pétreas no son aún plenamente entendidas en nuestros días. Pero una cosa es segura nos encontramos ante las primeras construcciones que podemos realmente decir que a nuestros ojos parecen un cementerio. Si nos las imaginamos adornadas con unos arreglos florales, o unas coronas funerarias nos evocan un cementerio actual.
El monumento más conocido es el dolmen. Esta construcción parece ser una tumba colectiva propia de la etapa de que tratamos. En este tipo de tumba se colocaban grandes piedras en vertical. Estas piedras eran tapadas con otras de manera horizontal simulando una especie de techo o tejado.
Los otros enterramientos típicos de este período son los túmulos. En este caso se trata de un enterramiento en una cámara subterránea. A esta sepultura se accedía por un largo corredor que desembocaba en una cámara circular. En esta cámara se encontraba el difunto con todos los objetos que se colocaban junto a él.
Como es habitual el ajuar era mucho más rico y elaborado. Se añadían cerámicas lisas o decoradas, piezas de metal, hueso, marfil o sílex. También hallamos adornos de conchas por ejemplo.
Ejemplos de enterramientos prehistóricos.
Os voy a hablar de algunos ejemplos de construcciones funerarias para que los conozcaís, aunque en otro momento los conoceremos mejor.
-Hay que conocer el municipio inglés de Berkshire y sus ochocientos megalitos.
-También Carnac. Está situado en la Bretaña francesa y es quizás el más famoso de su clase.
-En Turquía encontramos Hal Saflieni. Se trata de un enorme cementerio con más de 7000 cadáveres hallados y con figuras femeninas a su lado que se supone que -representaban a una gran diosa.
-Cerca de Salisbury, de nuevo en Gran Bretaña, encontramos Stonehenge. Aquí encontramos el Crómlech más antiguo de la cultura megalítica.
Seguiremos investigando para aprender a conocernos mejor a través de nuestra cultura funeraria.