La cueva de Shanidar: el primer cementerio
La cueva de Shanidar: un antepasado de nuestros cementerios.
La cueva de Shanidar nos da más datos sobre nuestra evolución. El hombre siempre se ha preguntado por su pasado. De que lugar provenimos, cual es nuestro origen, como hemos llegado a ser lo que somos. Son preguntas que en algún momento de su vida todo el mundo se ha hecho, aunque sea viendo algún documental por la televisión. Existen personas que dedican su vida a ello.
La cueva de Shanidar:situación
Una de ellas era el profesor Ralph Solecki. Arqueólogo de la Universidad de Columbia en Estados Unidos dedicó su vida a la investigación sobre la evolución de los neandertales y su final desaparición. Su trabajo le llevó a iniciar una excavación arqueológica en pleno Kurdistán iraquí. Allí encontró una serie de hallazgos que han dado explicación a muchas dudas sobre el pasado de la humanidad.
La excavación que nos interesa hoy es la internacionalmente conocida Cueva de Shanidar. Esta cueva se sitúa como hemos dicho en el Kurdistán iraquí. Para situarla mejor en el mapa diremos que se encuentra en la montaña Bradsot de los montes Zagros pertenecientes a la gobernación de Ebril. Esto se encuentra en el valle del Granz Zab.
¿La cueva de Shanidar es el primer cementerio conocido?
Aquí el profesor Solecki encontró lo que podemos denominar el primer cementerio conocido. En la mencionada cueva encontró nueve cadáveres en un claro enterramiento humano. Posteriormente M. Zeder encontró el décimo y el decimoprimero fue hallado por el arqueólogo británico Graeme Barker recientemente.
El individuo número 4 y la ofrenda floral
¿Porque en un blog como el nuestro hacemos referencia a un hallazgo como este? Pues por dos razones. La primera porque evidentemente es un cementerio con toda certeza. La segunda y más importante porque nos debemos fijar en el individuo que fue catalogado con el número 4.
En varios puntos de la citada cueva fueron tomadas muestras de tierra para su posterior análisis. Este análisis se realizó a posteriori por la paleo-botánica francesa Arlette Leroi-Gourham. En la muestra que se situaba alrededor de nuestro individuo 4 encontró una curiosa diferencia respecto al resto. Halló muestras de nueve plantas diferentes (Milenrama, aciano, abre puños espinoso, cardo de san bernabé, senecio jacobeo, carqueja o chilca, uva jacinto, pino, cola de caballo y malva). Por la distribución del polen que se encontró se ha llegado a la conclusión de que no llegaron allí por casualidad. La explicación es que se trata de grupos enteros de polen. Esto indica que estas flores fueron colocadas
deliberadamente por la mano del hombre. En este caso, tras años de estudio se llegó a la conclusión de que el individuo en cuestión podría ser una especie de curandero o chamán. Todas las flores que hemos nombrado son conocidas por sus propiedades medicinales y además en los restos de otros esqueletos de la cueva había objetos relacionados con ellos personalmente. Pero lo importante es que se le ofrendaron a un fallecido en particular y que debido a la antigüedad de la cueva (se supone que el enterramiento se produjo entre hace 60000 a 35000 años) es el más antiguo jamás conocido.
La cueva de Shanidar: estado de las investigaciones
En la actualidad existen algunas investigaciones que cuestionan lo anteriormente dicho. Como ejemplo sirva el profesor Joao Zilhao que sostiene que la concentración de polen se debe a la actividad de un roedor que existe en la región y que tiene por costumbre el acumular plantas, y flores en su madriguera. Esto es posible que sea cierto, o no, en este caso, pero existen otros casos similares de enterramientos que tienen indicios de ofrendas florales. En España sirva como ejemplo el de la Cueva de Covalanas, que aunque con una antigüedad de unos 16000 años también muestra vestigios de una ofrenda floral en un entierro.
El “viejo de Shanidar”
Otra de las razones que hacen interesante la cueva, es la historia de otro de los individuos allí encontrados. El llamado “viejo”, que era el individuo número 1. Vivió desde su adolescencia casi ciego por un golpe en la cabeza. También tenía ambas piernas deformadas y heridas graves en un brazo. A pesar de ello vivió entre 20 y 35 años más. Ello es imposible sin la ayuda de su grupo. Lo que viene a demostrar que desde tiempo inmemorial el hombre cuida de sus semejantes en la vida y en la muerte. Pero este mismo individuo también nos habla de la maldad que también es inherente al género humano. Finalmente murió de una herida producida por algún útil realizado en piedra parecida a un cuchillo clavado en las costillas. La violencia era habitual en aquella época.
En la actualidad solo quedan los restos de un individuo completos en el Museo Smithsonian de Estados Unidos. El resto se creen perdidos desde que comenzaron los combates en la zona alrededor del año 2003.
El clan del oso cavernario
Estos datos que os explicamos y muchos más acaparados por la autora Jean Marie Auel, sirvieron para que esta realizará su saga de novelas titulada El Clan del Oso Cavernario. La escritora basó sus personajes en los datos obtenidos por los arqueólogos sobre lo que se supone fue su vida . Dicha saga se publicó en los años ochenta del pasado siglo XX. Hoy en día sigue siendo un top de ventas .
Quien le iba a decir a aquellos neandertales que su vida sería conocida por millones de homo sapiens 60000 años después.